Ingredientes:
- 250 ml de vino blanco.
- 250 ml de agua.
- 250 ml de aceite.
- 1 pizca de sal.
- 1 cucharadita de canela.
- Zumo de 1 naranja.
- Ralladura de 1 naranja.
- Anís en grano.
- Harina (hasta que se haga una bola no demasiado dura).
- Azúcar (para rebozarlos).
Se calienta el agua hasta que esté a punto de hervir, la echamos en un recipiente y le ponemos la pizca de sal.
Echamos el vino y el aceite a temperatura ambiente.
Molemos el anís en grano.
Echamos la canela, el anís molido, la ralladura de naranja y el zumo de naranja.
Lo movemos con una cuchara grande.
Por último echamos la harina poco a poco hasta obtener una masa que no se nos pegue.
Se tapa con un paño y se deja reposar durante 2 o 3 horas.
Transcurrido este tiempo, se coge un poquito de masa, hacemos una bolita, la ponemos en la mesa y la estiramos con un rodillo hasta que quede una lámina fina.
Se le da forma y se fríe en una sartén que tendremos preparada con abundante aceite para freir.
Una vez fritos se colocan encima de papel de cocina, un paño o servilletas.
Esto sirve para que expulsen el aceite innecesario.
Ahora se rebozan en azúcar por ambos lados.
Si queréis se pueden rebozar con azúcar y canela.
Se tapa con un paño y se deja reposar durante 2 o 3 horas.
Transcurrido este tiempo, se coge un poquito de masa, hacemos una bolita, la ponemos en la mesa y la estiramos con un rodillo hasta que quede una lámina fina.
Se le da forma y se fríe en una sartén que tendremos preparada con abundante aceite para freir.
Una vez fritos se colocan encima de papel de cocina, un paño o servilletas.
Esto sirve para que expulsen el aceite innecesario.
Ahora se rebozan en azúcar por ambos lados.
Si queréis se pueden rebozar con azúcar y canela.
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